Pues realmente sí que un cocodrilo podría sobrevivir en el ártico. Pero no exactamente por la razón que estáis pensando: ni porque nos sorprenda su forma de combatir el frío ni porque sea capaz de confeccionarse un abrigo de pieles. La razón es que, en un tiempo, en el ártico no hará tanto calor frío.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático calcula que la temperatura media del aire de la Tierra podría calentarse hasta 6,4 ºC hacia finales del siglo XXI. Todavía quedaría mucho hielo que derretirse en el Ártico para que animales de sangre caliente fría como los cocodrilos pudieran sentirse cómodo, pero todo es cuestión de tiempo.
También es lo que pronostica Mark Lynas en su ensayo “Seis Grados: nuestro futuro en un planeta más ardiente”, un análisis de cientos de estudios climáticos.
En cualquier caso, no sería la primera vez que sucediera algo así. Hace 55 millones de años, el clima del Ártico era tan templado como el de Florida, y en él abundaba un animal similar al cocodrilo: el champsosaurus.
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