Observado por primera vez por el botanico Robert Brown, cuando en 1827 vio unos granos de polen suspendios en agua a través de un microscopio, el movimiento browniano equivale a una pelota gigante que fuera golpeada desde todas partes por un millón de diminutos autos de choque. En otras palabras, una partícula de polvo suspendida en agua da la impresión de moverse de forma aleatoria. Así pues, El movimiento browniano es el movimiento aleatorio que se observa en algunas partículas microscópicas que se hallan en un medio fluido.
La descripción matemática del fenómeno fue elaborada por Albert Einstein y constituye el primero de sus artículos del que, en la obra de Einstein, se considera el Annus Mirabilis (1905). De hecho, las medidas del movimiento browniano pudieron utilizarse para calcular el tamaño de los átomos y, por extensión, el número de Avogadro.
-Las molécula de agua rebotarán sobre una partícula de polen suspendida en agua aproximadamente 1020 veces por segundo, siendo la anchura aproximada de una patícula de polen de 25 micras y la de la molécula de agua de 0,15 nanómetros (166.666 veces menor).
-La velocidad media de una molécula de agua a temperatura ambiente es de 650 metros por segundo. Pero no se marcha a ningún sitio, sino que cambia de dirección al menos 100.00 millones de veces por segundo debido a las colisiones con las moléculas vecinas.
Tal y como leemos en el libro 100 analogías científicas:
Las matemáticas del movimiento browniano pueden utilizarse para representar muchos otros sitemas: el mercado de valores, por ejemplo. El precio de las acciones oscila a medida que millones de inversores las compran y venden, igual que los granos de polen vibran en el movimiento browniano.
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