No me chilles, que no te oigo

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No hace muchos días, en este mismo blog teníamos una discusión sobre si sería interesante poder escuchar los infrasonidos. Se hablaba de que poder escuchar un rango tan amplio de frecuencias podría llegar a ser un caos, y que discriminar según qué sonidos era la solución ideal, pero lógicamente, hacer esto último es imposible.

¿Imposible?

Para nosotros sí, pero no para la Odorrana tormota, un tipo de rana que habita en China y que es capaz de elegir qué rango de frecuencias escuchar. Al parecer, se puede comunicar emitiendo sonidos dentro de dos rangos definidos: el audible y el ultrasónico.

Los estudios estaban siendo realizados por investigadores de la Chinese Academy of Sciences y la Massachusetts Eye and Ear Infirmary, quienes conocían la capacidad de la rana de escuchar ultrasonidos. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que a veces la sensibilidad de los tímpanos del animal desaparecía totalmente.

Observaron que cuando las trompas de Eustaquio de los animales estaban abiertas, se comunicaban entre los dos oídos, con lo que eran sensibles a la dirección de la que provenía un sonido, permitiéndoles localizarlos. En cambio, cuando estaban cerradas, la sensibilidad hacia la alta frecuencia y los ultrasonidos aparecía.

Todo indica que esta capacidad de elegir frecuencias se debe al ruidoso entorno en el que viven (centro de China). Pueden cambiar al rango de los ultrasonidos cuando en la banda de baja frecuencia hay mucho ruido (unas cataratas cercanas, por ejemplo), y así escucharse entre ellos, e identificar a amigos, y enemigos.

Elegir qué frecuencias escuchar, y qué frecuencias ignorar. ¿Un don de la naturaleza?

Vía | ScienceDaily (en inglés) Más información | Ultrasonidos

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