Orígenes y curiosidades de los números, uno a uno (y III)

Orígenes y curiosidades de los números, uno a uno (y III)
Facebook Twitter Flipboard E-mail

23: los axiomas de Euclides, los grados de inclinación de la Tierra. Es un factorial primo, 4! – 1, un número primo de Sophie Germain, y un número primo de Woodall.

El 23 también es un número que obsesiona a mucha gente por gentileza del escritor William Burroughs (como ya demostró el estreno de una película reciente de Jim Carrey precisamente titulada El número 23). La historia de esta obsesión es la siguiente: Burroughs conoció en un ferry a un tal capitán Clark, que le contó a Burroughs que navegar de una orilla a otra había sido su ocupación durante 23 años y que nunca había tenido un accidente. Ese mismo día el ferry naufragó muriendo él y todos los ocupantes. Esa misma noche, Burroughs oyó por la radio que un avión que volaba de Nueva York a Miami se había estrellado. El capitán del avión se apellidaba Clark y el vuelo era el número 23. Desde entonces, Burroughs incorporaría un personaje llamado capitán Clark en todas sus novelas sus novelas, un personaje relacionado con la fatalidad y que tenía por obsesión el investigar el enigma del número 23.

Y es que los defensores de la importancia de este número dicen que es un número que tenemos marcado dentro de nuestro cuerpo, porque los humanos poseemos 23 vértebras, porque nuestro ADN está dividido en 23 pares de cromosomas (y el par número 23 define el sexo), porque la misma cadena de ADN de un giro completo cada 23 unidades de medida (angstroms), porque la sangre tarda 23 segundos en recorrer nuestro cuerpo.

60: base numérica de los sumerios. Todavía la conservamos en la medición horaria y en los ángulos geométricos. También es un número con más divisores que cada uno de los divisores de todos sus divisores. El origen de la popularidad del número 60 debe buscarse en que es el resultado de multiplicar 5 por 12. Ya desde la antigüedad el 12 era un número importante, resultante de las veces que la Luna da la vuelta a la Tierra en un año. Por su parte, el 5 era igualmente importante, ya que corresponde a los dedos de una mano, que los pueblos primitivos utilizaban para contar.

77: Es la suma de los ocho primeros números primos: 77 = 2 + 3 + 5 + 7 + 11 + 13 + 17 + 19. Es el número atómico del iridio (Ir). Hay una Red de satélites artificiales de comunicaciones que se llama Iridium porque inicialmente se pensó en que serían 77 satélites.

100: Es un número octadecagonal. Es un número compuesto, que tiene los siguientes factores propios: 1, 2, 4, 5, 10, 20, 25 y 50. Como la suma de sus factores es 117 > 100, se trata de un número abundante. Es el número de cabezas del dragón Ladon, que custodiaba el jardín de las Hespérides, lleno de manzanas de oro. Según la tradición judía, cada día mueren cien demonios. El número de divisiones de la mayoría de las divisas del mundo. Por ejemplo, un euro se divide en 100 céntimos, una libra esterlina en 100 peniques, un dólar en 100 centavos…

153: es la suma de sus dígitos elevados al cubo. Es un número de gran importancia bíblica: Simón Pedro atrapó 153 peces en su red, y la red no se rajó, según el Evangelio de Juan.

666: aunque el número de la Bestia es probablemente el 616, aún hay muchos ignorantes exégetas que continúan atribuyéndolo al 666. Corresponde a la suma de los cuadrados de los primeros siete números primos. También es la suma de los números de la ruleta.

Vía | La vida de los números de Piergiorgio M. Sandri

Comentarios cerrados
Inicio