Sanidad empezará a regular la venta de homeopatía (y pronto también regule la oración y la imposición de manos)

Sanidad empezará a regular la venta de homeopatía (y pronto también regule la oración y la imposición de manos)
15 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Vivimos en un mundo extraño y contradictorio, supongo que producto de que hace relativamente poco que abandonamos las cavernas. Por un lado, si insultas a un agente de policía, te puedes cascar una multa desorbitada de hasta 30.000 euros, como si un agente fuera una persona especialmente sensible a rechazo verbal de los ciudadanos.

Y probablemente no serviría de nada llamarlo “hijo de fruta”, porque si el agente se siente ofendido, también tendremos que apoquinar. Ya sabéis: no hay nada más cómodo que jugar la carta del “me has ofendido” para ejercer la censura sobre lo que no queremos que se diga, se haga o se piense.

Dicen que éstas y otras multas servirán, en el fondo, para fortalecer nuestra seguridad, para que esto no se convierta en un circo de tres pistas y asumamos con orden y buenos modales cualquier tipo de sodomización procedente de los poderes públicos. Por eso digo que parece que vivamos en una sociedad extraña y contradictoria: porque entonces no entiendo la manga ancha que Sanidad tiene con la homeopatía.

Como ya os expliqué en una ocasión, prohibir la comercialización de la homeopatía no sólo es cuestión de evitar la comercialización de un producto fraudulento (vender un medicamento que no ha superado ensayos clínicos es un fraude). Al fin y al cabo, algunos pensaréis: que se jodan, si hay gente que se gasta dinero en homeopatía es culpa suya, que pague por su ignorancia, que la selección natural haga el resto. Sin embargo, algunas personas mueren porque sustituyen fármacos por homeopatía. Padres matan a sus hijos por tamaña irresponsabilidad.

a

Con todo, estos motivos, aunque poderosos, no son los que esgrimo cuando defiendo la prohibición de la homeopatía. El motivo más preocupante, a mi juicio, es que si permitimos que en una farmacia se vendan medicamentos de verdad y medicamentos de mentira, entonces ya no puedo depositar mi confianza ni en la farmacia, ni en el medicamento, ni en el médico. Si se vende de todo, entonces soy yo el que debe investigar por mi cuenta cada maldita cosa que me vendan. ¿Os imagináis extrapolando este “yo me lo guiso, yo me lo como” medieval a otros ámbitos profesionales como la arquitectura o el derecho?

Si alguien arguye que en las farmacias ya se venden fármacos fraudulentos, o que algunos ensayos clínicos pudieran estar falseados por intereses económicos, lo que debemos exigir, en consecuencia, es un mayor control sobre lo que se vende en una farmacia, no lo contrario. Y comercializando homeopatía, agravamos el problema, abogamos por aquí todo vale. (Obviamente, aquí no sirve el “pues a mí me funciona”, porque si la eficacia de un fármaco se pudiera medir tan fácilmente en carnes propias o ajenas, entonces no sería necesario llevar a cabo carísimos ensayos clínicos de doble ciego).

La ministra de Sanidad en España, Ana Mato, arguye que autorizando la homeopatía, incluso la publicidad de la misma, la saca del limbo legal, y protege a la sociedad. Eso sí: demostrando su uso tradicional y no a través de ensayos clínicos como los fármacos industriales. Porque, para Ana Mato, el uso tradicional es suficiente para comercializar un medicamento.

¿Proteger a la sociedad? Será eso, que no veo cómo nos pueden proteger de ingerir agua con azúcar para curar una enfermedad si previamente no se le exige demostrar su eficacia en un ensayo. Como tampoco entiendo en qué me protege como ciudadano la imposición de una multa desorbitada cuando le digo a un agente de policía que es un grandísimo hijo de mil frutas. Tal vez si Boiron pagara una multa de un billón de euros por estafa, y un policía que insulta a un ciudadano ingresara en prisión durante diez años, habida cuenta de la proporcionalidad de la responsabilidad que hemos depositado en ambos agentes, entonces quizá, sólo quizá, empezaría a entender que hay cierta coherencia en todo esto.

Comentarios cerrados
Inicio