El escándalo de la leche china contaminada de melamina

El escándalo de la leche china contaminada de melamina
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La melamina es uno de los principales componentes de la formica, además es es tóxica y rica en nitrógeno. Y fue la protagonista de un escándalo en el año 2008 que puso de manifiesto la inseguridad alimentaria que existe en China.

Y es que la melamina se añadía fraudulentamente a la leche para aumentar el índice de proteínas, que suele estimarse midiendo la cantidad de nitrógeno presente en el producto.

El problema chino

Gracias al uso fraudulento de la melamina, los vendedores de leche lograba que el producto pareciera más rico y de mejor calidad de lo que era en realidad. El efecto secundario de añadir melamina, sin embargo, es adverso para la salud: provoca la formación de cálculos que deriven en problemas renales y urinarios. En niños puede incluso provocarse la muerte.

El fraude chino fue monumental: casi toda la leche contenía melamina, y también casi todos los productos que contuvieran leche, desde yogur hasta galletas, pasando por caramelos de nata. También le leche de fórmula para bebés. Enfermaron más de 300.000. Se desconoce el número de víctimas debido a la censura, aunque al menos fallecieron seis bebés.

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Las consecuencias de que dos decenas de empresas agroalimentarias cometieran esta clase de fraude se saldó con elevadas condenas penitenciarias e, incluso, dos condenas de muerte.

La pérdida de confianza de los ciudadanos chinos en la producción nacional provocó un incremento espectacular de importaciones, como explica Christophe Brusset en su libro Cómo puedes comer eso:

La leche en polvo de importación para bebé, que de la noche a la mañana se convirtió en un producto de lujo, todavía hoy es objeto de contrabando. El 1 de marzo de 2013, Hong Kong tuvo que imponer cuotas a los compradores chinos no residentes. Desde entonces, no se les permite salir del país con más de dos cajas por persona, bajo pena de una multa que puede alcanzar el equivalente a mil euros y dos años de cárcel.

Desde entonces, el gobierno chino se ha comprometido a aumentar los controles en la seguridad alimentaria, pero los escándalos no han dejado de aparecer en los últimos años, convirtiendo China en uno de los países en uno de los países más peligrosos a la hora de comer. El problema es que China exporta a todo el mundo, incluido Europa. Algunas de estas exportaciones también contenían melamina:

Y aun así, por falta de medios, pero sobre todo de verdadera voluntad política, y por temor a ofender a ese socio tan susceptible, solo se controló una mínima parte de los productos alimentarios importados de China para saber si contenía esa famosa sustancia.

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