Un combustible no contaminante elaborado partiendo del amoníaco es el invento que presentaron Jorge Santana, Jaime Fernández y Teddy Gentina, tres académicos de la Escuela de Ingeniería Química de la Católica de Valparaíso. Para obtener los resultados, han necesitado varios años de investigación y tenacidad. Este nuevo combustible está especialmente pensado para que lo usen los medios de transporte, ya que se obtendrán ventajas de la energía residual resultante de los gases de escape.
Se genera combustible partiendo del amoníaco y formando una mezcla de gases cuyos valores son un 75% de hidrógeno y un 25% de nitrógeno en el volumen total y con un contenido que es inferior al 1% de amoníaco sin disociar.
Muy bien, un nuevo combustible, el problema es que la mayoría de los países no tienen una clara iniciativa por dejar en desuso el petróleo y sustituir éste por los combustibles alternativos existentes. Es una buena noticia sin duda, ya que se trata de un recurso inagotable, mucho más seguro y más económico. Ahora falta el nuevo prototipo de automóvil impulsado por este nuevo combustible, que seguro será toda una revolución.
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