Manned Cloud: un hotel de lujo volante

Manned Cloud: un hotel de lujo volante
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Los castillos volantes no existen, y las nubes no son esponjosas masas de espuma en las que uno puede edificar su chalet. Pero gracias a Manned Cloud puede que pronto existan los primeros cruceros de lujo para surcar el cielo a un ritmo lento y relajante.

Este zeppelín no posee las connotaciones funestas del Hinderburg. Más bien es un hotel de lujo, con 20 habitaciones, terrazas, spa, restaurante y área de fitness, cuya morfología exterior recuerda más bien a un Moby Dick hasta arriba de sedantes.

El viaje durará días, pues la velocidad de crucero no superará los 130 kilómetros por hora, y además de un santuario móvil y aéreo para la relajación y de contar con las mejores vistas posibles, también será un lugar idóneo para cerrar negocios de altos vueltos, nunca mejor dicho.

Es el último proyecto del visionario francés Jean-Marie Massaud, que ya está en manos de los ingenieros de ONERA (la oficina nacional de estudios e investigación aeroespacial). En menos de cinco años, elevarán el vuelo los primeros. Deberán darse prisa, porque la competencia ya está desarrollando otro zeppelín de similares características, el Stratocruiser, que también poseerá mucho charm.

Está visto que registrarse en un hotel con alas se pondrá de moda muy pronto. Porque Manned Cloud será algo así como la ciudad inventada que Italo Calvino describe en su libro La ciudad invisible: Bauci. Una ciudad de Asia que se sostiene entre las nubes gracias a unos finos pilotes. Una ciudad a la que se sube por una escalerilla y cuyos habitantes rara vez descienden a tierra firme, pues allá arriba tienen todo lo necesario para vivir; pues se conoce que los Bauci poseen una especial relación con la tierra: la odian y la respetan hasta el punto de que evitan todo contacto con ella y, también, la aman de tal modo que no se cansan nunca de contemplarla desde las alturas mediante prismáticos y telescopios que siempre apuntan hacia abajo, hoja a hoja, piedra a piedra, hormiga a hormiga. Contemplando su propia ausencia en el mundo.

Sitio Oficial | Massaud

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