[Entrevista] Hacemos dos preguntas a los más influyentes bloggers de ciencia (III): Historias de la ciencia

[Entrevista] Hacemos dos preguntas a los más influyentes bloggers de ciencia (III): Historias de la ciencia
Facebook Twitter Flipboard E-mail

¿Qué es Hacemos dos preguntas a los más influyentes bloggers de ciencia?

Nombre: Fernando del Álamo.

Blog: Historias de la ciencia.

¿Qué libro cambió tu forma de pensar y en qué sentido lo hizo?

Hay varios libros que, de alguna manera, han cambiado mi visión y perspectiva de la vida. El primero y más influyente fue Biografía de la Física, de George Gamow. Quizás para algunos pueda no tener nada especial o extraordinario, pero en mí influyó mucho. Puede que fuera por el momento en que lo leí, quizás porque la temática ya me atraía; pero jamás me lo he podido quitar de la mente.

Fue el primer libro que cayó en mis manos que mezclaba el carácter de los físicos con la física que investigaban y llenaba sus vidas, y las vidas de aquellos personajes giraban alrededor siempre de la misma piedra angular: la ciencia. Aquellos hombres tenían caracteres diferentes, estilos diferentes, formas de ver la vida diferente; pero todos compartían la misma pasión por averiguar cómo funciona la naturaleza.

Me encantó saber del fortísimo carácter de Pauli, de las genialidades de Dirac, del despistado de Bohr y sus debates con Albert Einstein, saber cómo Enrico Fermi bautizó al neutrino y tantos otros. No eran perfectos. Algunos hasta se llevaban mal entre ellos y discutían acaloradamente. Todo esto me hizo ver que no sólo me gustaba la ciencia sino saber del carácter de los científicos.

Por aquella época, ya me gustaba hablar de física, de partículas, del Cosmos, etc.; pero los intereses de mis amigos, (quiero decir, conocidos) eran otros y cuando intentaba hablar de estos temas salían las clásicas risitas. Aquel libro me enseñó que había gente así: a quien gustaba hablar de estos temas.

Por otro lado, otra cosa que me sorprendió es que su autor pone en el prólogo que la principal misión de su libro era que sus lectores se interesasen por saber más física, y que si la estudiaban, mucho mejor. No importaba la edad, las convicciones religiosas, las opiniones de la vida, el estatus social: lo que importaba era que todo el mundo supiera cómo funciona el Universo. No sé cuál es la reacción ortodoxa ante un deseo como este. La mía es: ¿qué existe más altruista, más integrador entre personas y civilizaciones y más bonito que pretender que todo el mundo tenga más conocimiento de la verdad y de la realidad?

Este libro fue la semilla que me llevó a estudiar física y a leer muchos más libros que implicaran a los personajes y a la ciencia en sí.

¿Cuál es la receta para cambiar el mundo?

Creo que hay dos recetas básicas.

La primera es la educación. Hoy día la enseñanza de nuestros pequeños está muy mal. Ser profesor es de aquellas profesiones que, o se lleva en la sangre, o mejor dedícate a otra cosa. Un buen profesor puede hacerte amar una asignatura, pero un mal profesor también puede hacerte odiarla. Pero si hoy día las cartas del tarot, los horóscopos y demás maguferías pueden hacer que haya gente que viva de ello, es que hay algún fallo muy gordo en nuestro sistema educativo.

La segunda receta es una famosa frase que dijo Joan Oró. Estaba dando unas conferencias alrededor del tema “¿Queda mucho por saber?” Alguien le preguntó si podía resumir de manera breve qué es lo más importante que había aprendido en toda una vida dedicada a la ciencia y a intentar resolver los enigmas del Universo. Y contestó: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Pues bien, si todos siguiéramos ese principio, el mundo cambiaría. Estoy convencido de ello.

En Genciencia | Todas las entregas de Hacemos dos preguntas a los más influyentes bloggers de ciencia

Comentarios cerrados
Inicio